Aspectos Generales de la Evaluación

La evaluación de conocimientos para la Licenciatura en Derecho, se realiza a través de dos exámenes (Teórico y Práctico/Oral), cuyo objetivo es identificar los conocimientos, habilidades, destrezas y competencias adquiridas en un proceso no formal o formal de aprendizaje, con el propósito de que éstos correspondan a la acreditación del nivel educativo.
Dicha prueba está conformada de la siguiente manera:
Una evaluación teórica con 271 reactivos en formato de opción múltiple y tiene una duración aproximada de 7 horas que se realiza en un día.
Una evaluación práctica/oral con 220 reactivos y tiene una duración aproximada de 1 hora que se realiza en un día diferente al del examen teórico. Dicha evaluación consiste en la elaboración de un ensayo y sustentación ante un grupo de sinodales que, a su vez, realizarán preguntas al sustentante acerca del tema expuesto.
La evaluación para la acreditación de la Licenciatura en Derecho, es integral, estandarizada y su objeto es demostrar que los sustentantes poseen las siguientes competencias:

Competencias Profesionales

Las competencias profesionales son las destrezas habilidades y conocimiento en el ejercicio eficaz del desempeño de la ocupación, engloba no solo las capacidades requeridas para el ejercicio profesional, si no también abarcan un conjunto de análisis, toma de decisiones, transmisión de información, entre otros, considerados como necesarios para el pleno desempeño.

Competencias genéricas

Capacidad de análisis, síntesis conocimiento e interpretación de los principios generales del derecho y los ordenamientos jurídicos, buscando la justicia y equidad en todas las situaciones en las que la responsabilidad social y la actuación jurídica evolucionan en perfecta sincronía.

Como ejercicio profesional del abogado requiere que sea un ser integral, investigador en el entorno de las disposiciones jurídicas el país. Dicha evaluación está dividida en dos fases. La primera a través de una evaluación teórica y la segunda a una evaluación de caso práctico. Por ello la evaluación basada en competencias implica, entre otros aspectos, que éstas deben ser demostradas, por lo que requieren de la definición de evidencias, así como los criterios de desempeño que permitirán inferir el nivel de logro (segunda fase). Este tipo de evaluación no excluye la verificación del dominio teórico y conceptual que necesariamente sustenta la competencia (primera fase). En ese sentido, se requiere una evaluación integral y constituida de manera tal que evidencie los conocimientos, habilidades, actitudes y valores en la acción.

Lo correspondiente a las competencias que reflejan los participantes como “un saber hacer conciencia, es un saber en acción, cuyo sentido inmediato no es “describir” la realidad, si no “modificarla” adaptándose a nuevas situaciones y, de ser necesario, transmitir sus conocimientos, habilidades y actitudes en áreas vinculadas, integrando capacidades para desarrollar funciones y situaciones de trabajo en el nivel requerido incluyendo la capacidad de anticiparse a los problemas, la evaluación de las consecuencias de la toma de decisiones y la posibilidad de participar activamente en la mejora de su trabajo y de su actividad cotidiana” (CONEVAL, 2004).
En ese entendido, el modelo establecido dentro de la ECP-DERE está determinado por la experiencia adquirida, ya sea de manera autodidacta, por experiencia laboral o de vida (saberes previos).

¿A quién está dirigido?

A las personas que no cursaron o no terminaron sus estudios de licenciatura y que desean obtener el título profesional de este nivel educativo. Los interesados deben contar con los siguientes documentos. 

• Clave Única de Registro de Población (CURP)
• Acta de nacimiento
• Identificación oficial vigente con fotografía (credencial para votar o pasaporte)*
• Certificado de Bachillerato (No indispensable)